Si te planteas presentarte a las oposiciones de Inspección Educativa es que ya sabes lo que es aprobar una oposición y, por tanto, los limitaremos en este apartado a darte pequeñas recomendaciones que quizá te puedan ser útiles para esta nueva aventura.
Una de las destrezas o habilidades que tiene que conseguir cualquier opositor que se precie es saber hacer un esquema de cualquier tema del cuestionario de la oposición a Inspección de Educación.
Tenéis que considerar que- tanto para el ejercicio escrito (que hay que desarrollar y luego leer delante del tribunal) como para el oral – es totalmente ineludible, que antes de que escribir o exponer el tema, con el objeto de no hacerlo atropelladamente se prepare un esquema. Es un tiempo bien empleado , que ayuda al opositor a centrarse y a orientarse , así como – lo cual es una consecuencia de todo lo anterior- a saber qué puntos tiene que tratar , tanto en el desarrollo escrito de la parte A como en el desarrollo oral de la parte B.
No es lo mismo leer un tema en el que hay unas partes bien diferenciadas y estructuradas que hacerlo sin un esquema. Del mismo modo, no es igual exponer un tema, del que el opositor tiene un esquema, que hacerlo de un modo titubeante porque no sabe qué puntos tratar, ni por donde comenzar, cómo debe de seguir y cómo tiene que concluir.
Sin un guión se puede errar en muchos sentidos: no tratar alguna parte del epígrafe del tema, por ejemplo. Que la lectura sea farragosa. Que no haya una introducción, que en esa introducción no especifiquéis cuál es el papel del inspector, que no indiquéis cual es la idea fundamental del tema, la tesis, o que no se describan cuáles son las partes que vais a desarrollar.
Antes de elaborar el esquema, el cual proporciona un “mapa” del terreno que se va a recorrer, de los puntos que se van a tratar, es conveniente realizar una “tormenta de ideas”.
Una vez anotadas todas las ideas, todas las palabras, términos, relaciones caóticas, inconexas aparentemente, procede seleccionar lo que merece la pena ser tratado.
Cada tema tiene, en líneas generales, cuatro o cinco puntos, además de la conclusión y de la introducción (Puede tener incluso seis o siete, de un modo excepcional). Y, cada uno de los puntos, incluida la introducción y la conclusión, tiene, a su vez, subapartados. Además, cada punto principal tiene que estar relacionado con el epígrafe del tema.
Es necesario subrayar que los puntos del esquema tienen que contemplar todas y cada una de las partes del epígrafe del tema, sin olvidar ninguna.