Analizad el temario para identificar vuestros “temas estrella” y los “temas clave”
Como hemos visto, el temario oficial de FOL es heterogéneo y está constituido por 6 bloques bien diferenciados. No podemos ser expertos en todo. Dependiendo de cuál sea nuestra formación inicial y nuestra experiencia, unos temas nos resultarán más fáciles que otros. Identifiquemos esos temas en los que podemos lucirnos, nuestros “temas estrella”, y empecemos por ellos.
A medida que vayamos avanzando, nos iremos dando cuenta también de que existen algunos “temas clave” que nos facilitan el estudio de otros, unas veces porque nos aportan conceptos básicos necesarios para entender otros del mismo bloque y otras porque abordan contenidos que se repiten y se aprovechan en varios temas. Un ejemplo sería el Tema 57, en el bloque de prevención.
Comenzad estudiando los temas que más os gusten o mejor dominéis
La preparación de la oposición de FOL es una carrera de fondo, no un sprint. Por tanto, debemos planificar bien la estrategia a la hora de organizarnos.
Una buena idea en este sentido es empezar por estudiar los temas que más nos gusten o que más interesantes nos resulten. Cuanto más avancemos, más motivados nos sentiremos; así abordaremos con una mejor predisposición el estudio de las materias más difíciles o que nos resulten menos interesantes.
Debemos pensar además que todos los temas están en el bombo. Por tanto, si al final tenemos que dejar alguno sin estudiar, que sea uno de los que más difícilmente nos vayan a permitir brillar.
Haced vuestros los temas
Uno de los errores que con más frecuencia detectamos en los aspirantes que empiezan con la preparación de la oposición es el de intentar estudiar los temas al pie de la letra, pensando que de este modo irán más preparados y confiados al examen.
Esta estrategia solo genera frustración. En primer lugar por la enorme dificultad que supone memorizar tanta información y en segundo lugar porque, si lo conseguimos, no podremos volcarla en nuestro examen por la limitación de tiempo. Pero es que, además de todo esto, el resultado será un tema demasiado rígido y poco original.
Debemos hacer nuestros los temas. Lógicamente, partiremos del temario redactado por nuestros preparadores como base fundamental del estudio, pero no nos olvidemos de ampliarlo o enriquecerlo con información complementaria y ejemplos que consideremos útiles y conozcamos de primera mano por nuestra propia experiencia, o de simplificar las partes más complejas utilizando términos con los que nos podamos sentir más cómodos.
Pensemos que los miembros del tribunal leerán y escucharán en pocos días cientos de exámenes. De ahí la importancia de redactar un tema que aporte originalidad en su planteamiento, reflejando que el aspirante se ha nutrido de diferentes fuentes y ha sacado sus propias conclusiones.
Preparad mapas conceptuales y esquemas de los temas para facilitar el repaso
Es necesario utilizar todas las técnicas que optimicen nuestra memoria a largo plazo.
Habitualmente la preparación del temario de FOL se divide en dos fases: un estudio inicial de cada tema y la fase de repaso de los mismos (normalmente se necesitan varias vueltas a cada tema para consolidarlos).
Los mapas conceptuales y esquemas de cada uno de los temas, aunque suponen una inversión de tiempo, merecen mucho la pena ya que nos ayudarán en ambas fases del estudio. En el estudio inicial del temario nos permiten organizar las secciones y sub-secciones en las que se divide cada tema, ayudándonos a organizar los conceptos que vamos a trabajar. En la fase de repaso los mapas conceptuales y los esquemas son simplemente imprescindibles.
Esperamos que estos consejos te resulten útiles para tu estudio y si tienes cualquier duda no dudes en contactar con nosotros.