Qué es y cómo funciona el Concurso de Traslados

Sí se puede elegir. Esta posibilidad estará en función de la posición que se ocupe en la lista (de interinos) o en el orden –por méritos- (en el caso de funcionarios en prácticas o de carrera). Dentro de las vacantes ofertadas se elige por orden. En el caso de los interinos pueden llamarte para una plaza concreta que haya surgido de forma sobrevenida (por una baja o una jubilación).

De que haya vacantes de tu especialidad en ese centro y de la posición que ocupes en la lista.

Los funcionarios de carrera, una vez que tienen asignada una plaza en un centro concreto, tienen la posibilidad de solicitar otro puesto en otro centro mediante la participación en el concurso de traslados. La participación en el concurso de traslados es obligatoria para quienes tengan destino provisional.

El concurso de traslados es una convocatoria anual para ofrecer a los funcionarios la posibilidad de cambiar de centro. Los participantes deben presentar y justificar sus méritos (según un baremo establecido y público) y solicitar los centros que les interesen. Si hay vacantes en alguno de esos centros, se irán asignando a los funcionarios que las hayan solicitado según la puntuación de los méritos alegados.

El concurso es similar en todas las Comunidades Autónomas, aunque el baremo puede cambiar según la convocatoria y el procedimiento de solicitud de participación puede variar ligeramente. Algunas comunidades autónomas requieren conocimiento específico de la lengua cooficial (País Vasco, Cataluña, Baleares, Comunidad Valenciana, Galicia).

Los requisitos para participar en el concurso de traslados son los siguientes:

1. Ser funcionario de carrera (con destino definitivo o en expectativa de destino) o en prácticas.
2. En el caso de tener ya un destino definitivo, haber estado, al menos, dos años en ese destino definitivo.
3. En el caso de no tener destino definitivo (funcionarios en prácticas o en expectativa de destino) están obligados a participar todos los años hasta obtener el primer destino definitivo.

Mientras se tiene destino provisional, cada año, hasta obtener uno de los destinos solicitados. Una vez que se obtiene un destino definitivo, hay que esperar dos años hasta poder volver a participar.

Todos los años se publica la convocatoria. Solo hay que solicitar la participación rellenando la solicitud en los plazos que se determinen y aportar los méritos.

Todo depende de los que se solicite y de los puntos que se deriven de los méritos. Cuanta más antigüedad y permanencia en un mismo destino definitivo, más posibilidades. También cuanta más formación y cargos desempeñados.

Siempre hay que solicitarlo si estás en expectativa de destino; es decir, si aún tienes destino provisional. Una vez obtenido un destino definitivo, no hay que volver a participar salvo que se quiera un destino diferente.

El concurso se celebra todos los años, pero se alterna la convocatoria: un año es solo autonómico y el siguiente, estatal. En el autonómico solo pueden participar quienes tengan destino –provisional o definitivo- en la comunidad autónoma. En el estatal pueden participar funcionarios de todas las comunidades autónomas.

Todo depende de lo que solicite y de los puntos que se acumulen por méritos. Los años de concurso autonómico no se puede obtener plaza en otra comunidad autónoma. Pero los años de concurso estatal la dificultad es la misma.

Para poder optar a una plaza en otra comunidad autónoma diferente a aquella en la que se aprobó la oposición, es necesario tener ya destino definitivo en la comunidad en la que se aprobó. Mientras se está en prácticas o en expectativa de destino no se puede optar a otra comunidad.

Una vez concedido, el destino es definitivo y ya se tiene garantizado para años sucesivos. Pero eso no significa que sea para siempre. Si se quiere cambiar, basta con participar en el siguiente concurso de traslados y esperar a que haya vacantes en los centros solicitados y se tenga los puntos suficientes (méritos). Todo dependerá de lo solicitadas que estén esas vacantes y de que haya o no funcionarios con más méritos.

Los destinos provisionales tienen la duración de un año (abarcan un curso académico). Una vez terminado, el destino puede cambiar. Por ello, los funcionarios sin destino definitivo están obligados a participar en el concurso de traslados hasta que se les conceda un destino definitivo. Mientras no se les conceda, pueden optar, según su posición en la lista (ordenada por méritos) a las plazas disponibles y no cubiertas en ese momento por funcionarios con destino definitivo (bajas, jubilaciones, plazas eventuales por necesidad organizativa…).

En el destino provisional no es obligatorio permanecer un número de años determinado. Si la vacante vuelve a salir y el solicitante tiene méritos por encima de los posibles competidores, puede volver a ese destino cada curso mientras se mantengan las condiciones. Pero no hay obligación. Se puede solicitar un destino provisional diferente cada curso, hasta que se obtenga el destino definitivo. 

El destino definitivo debería obtenerse al año siguiente del de prácticas. Pero, en Educación, y especialmente en Secundaria, la figura de la “expectativa de destino” se ha extendido mucho. Por ello, se puede permanecer en esa situación –con destinos provisionales- varios años (en algunos casos, muchos años). 

Hay maestros y profesores que obtienen destino definitivo en su segundo año (tras concluir el año de prácticas) y profesores que se jubilan sin haber obtenido destino definitivo (tras 15 o más años en expectativa de destino). Este tiempo tiende a reducirse en los últimos años.

El tiempo de espera para obtener destino definitivo depende de varios factores:

• Cuerpo: los maestros obtienen destino definitivo mucho antes que los profesores de secundaria.
• Especialidad: algunas especialidades permiten obtener destino definitivo muy pronto y con pocos puntos (es el caso, por ejemplo, de Tecnología), mientras que otras implican una larga espera (por ejemplo, Biología y Geología o Física y Química).
• Bilingüismo: los profesores que optan a plazas bilingües suelen obtener destino definitivo muy pronto y con pocos puntos, mientras que los que optan a plazas no bilingües suelen tardar mucho más y necesitan más puntos.
• Decisiones de política educativa: la creación de plazas como consecuencia de la modificación de las plantillas orgánicas de los centros, con la conversión de plazas eventuales en definitivas, puede acelerar en algunos momentos el proceso.
• Participación y competencia: cuando participan muchas personas, especialmente de otras comunidades autónomas, las posibilidades de obtener destino definitivo, disminuyen.
• Jubilaciones masivas: la coincidencia de un elevado número de profesores que aprobaron las oposiciones en años en los que se crearon muchas plazas (generalización de la enseñanza y extensión de la educación obligatoria hasta los 16 años) puede hacer que se produzcan jubilaciones masivas con la consiguiente liberación de plazas y creación de vacantes.