Tema 13: Oposiciones Economía Secundaria
Autoras: Belén Palomero y Sara Rodríguez
Esquema:
1.- Introducción.
2.- Los costes de producción a corto y largo plazo.
2.1.- Tipos de plazos.
2.2.- Diferencia entre las funciones de costes a corto y largo plazo
2.3.- Análisis de las funciones de costes medios y marginales
3.- Economías y deseconomías de escala.
3.1.- Concepto
3.2.- Causas de las economías de escala
3.3.- Causas de las deseconomías de escala
4.- Relación entre curvas de corto y largo plazo: la dimensión óptima
4.1.- Diferencia entre el óptimo a corto plazo y largo plazo
4.2.- Implicaciones sobre la dimensión óptima
5.- Conclusiones
6.- Referencias bibliográficas y documentales
1.- INTRODUCCIÓN
El objeto clásico de la microeconomía, como enfoque de estudio de la economía, es el de estudiar el comportamiento de los agentes (consumidores y productores) para analizar la formación de precios en los mercados.
A partir de esta definición surgen tres grandes bloques de teorías dentro de la microeconomía, como son: la teoría de la demanda, la teoría de producción y costes; y, por último, la teoría de mercados (o de precio). Pues bien, es en el segundo bloque donde debemos encuadrar el tema que ahora nos ocupa acerca de la teoría de costes de la empresa.
A lo largo de la exposición iremos comprendiendo aspectos centrales como el concepto de coste y su diferente estudio en función de los plazos que consideremos, de manera complementaria a lo estudiado por la microeconomía dentro de la teoría de producción.
¿Qué formas revisten los distintos costes de producción? ¿Qué diferencia tendrán en función del plazo? ¿Qué aplicaciones prácticas tiene el objeto de estudio del presente tema? Son preguntas esenciales que intentaremos contestar en la exposición que ahora emprendemos.
2.- LOS COSTES DE PRODUCCIÓN A CORTO Y LARGO PLAZO.
La empresa al producir incurre en costes, los cuales son la remuneración a pagar por la utilización de factores productivos. Estos costes se detraen a los ingresos para llegar al objetivo del empresario que es el beneficio.
En nuestro análisis posterior los costes de los factores permanecerán constantes, lo que supone considerar la competencia perfecta como mercado de partida para los factores, donde la empresa es precio-aceptante y no se modifica el coste del mismo por la intensidad de utilización del input.
Antes de avanzar debemos realizar una distinción clara entre costes explícitos e implícitos. Así, denominamos coste explícito a aquél que tiene una remuneración determinada en dinero por la utilización de un factor productivo; por otra parte, tendríamos los costes implícitos, que son aquellos costes de oportunidad y que son indirectos al no tener una remuneración determinada (al menso, de forma directo como los anteriores)
Dentro de los costes implícitos destacamos el denominado «salario del empresario», que serían los ingresos que obtendría éste trabajando por cuento ajena sin riesgo alguno; y el «coste el capital invertido», que sería el rendimiento alternativo que obtendría el empresario de un activo alternativo sin riesgo por la cantidad invertida en la empresa.
2.1. Tipos de plazos.
La función de producción y de costes es estudiada en la teoría microeconómica teniendo en cuenta el plazo para el cual es definida, y de la posibilidad o no de cambio técnico. Distinguimos cuatro tipos de plazos, en función del número de factores variables utilizados y la tecnología:
a) Muy corto plazo – periodo en el cual todos los factores empleados son fijos, tan sólo existirían costes fijos en el mismo.
b) Corto plazo – periodo que va desde que todos los factores son fijos menos uno, que es variable, hasta que todos los factores son variables menos uno, que permanece fijo, normalmente considerando el trabajo el variable.
Durante este periodo estudiaremos la forma de costes totales (fijos y variables), costes medios o unitarios (fijos y variables también) y costes marginales.
c) Largo plazo – periodo en el que todos los factores de producción son variables.
En este plazo, estudiaremos la existencia y razón de las economías y deseconomías de escala y el concepto y propiedades de la dimensión óptima.
d) Muy largo plazo – donde todos los factores son variables y, además, existe cambio técnico (que permanece dado en los anteriores plazos).
En este plazo se estudian las propiedades de cambio técnico, con le análisis de las diferentes intensidades, de capital y trabajo, que estas presentan.
2.2.- Diferencia entre las funciones de costes a corto y a largo plazo
A corto plazo existen tanto costes fijos procedentes del capital (por ejemplo, amortizaciones o intereses) como variables procedentes del trabajo (salarios).
Así, la función de coste fijo será una constante, mientras que la de coste variable será variable, siguiendo la teoría neoclásica de la Ley de Proporciones Variables, según la cual los costes variables son en un inicio marginalmente decrecientes, pero posteriormente crecientes, es decir, a medida que hacemos un uso intensivo del único factor variable (trabajo), una unidad adicional en el uso de ese factor producirá un aumento menos que proporcional del producto, por lo que su coste será más que proporcional. Ésta es la llamada Ley de Rendimientos Decrecientes.
La función de costes totales será la representación de las dos anteriores, teniendo la misma forma que la de los variables pero incrementada en la cuantía de los costes fijos.
A largo plazo, todos los factores ya son variables, los costes fijos han sido amortizados y se consideran costes hundidos, así que sólo importan el en el análisis los costes variables, pudiendo ser la función de costes totales de la forma debajo representada (la visión tradicional) o de otras, si se consiguiera un progreso técnico o cualquier otro factor que permitiera superar los rendimientos decrecientes.
De hecho, a largo plazo dejamos de hablar de los rendimientos marginales asociados a la productividad de un factor, y comenzamos a hablar de los rendimientos a escala de todos los factores.
2.3.- Análisis de las funciones de costes medios y marginales
Para la teoría neoclásica de costes en un entorno competitivo, la empresa encontrará su producción óptima allí donde el precio de venta se iguale con el coste marginal.
Denominamos coste marginal al aumento en el coste total (o coste variable, tanto da, ya que al ser constante) al aumentar la producción en una unidad (en términos discretos). Es decir, es el coste de producir una unidad más ( ).
Esta función mantiene una forma de U debido a la Ley de Rendimientos decrecientes. El valor de la función de coste marginal se puede observar en la función de coste total o coste variable total, como la pendiente de la función en el punto concreto.
En el óptimo, en dicho punto también se minimizará el coste medio (variable en el corto plazo, y total en el largo plazo, por lo anteriormente descrito).
Los costes fijos medios o unitarios un promedio del concepto total entre las unidades producidas, y proporcionan, por lo tanto, el coste por unidad producida ( ).
Tienen forma de hipérbola equilátera (al ser el cociente de una constante entre la variable de producción) y es decreciente en todo el tramo relevante de producción (con una asíntota vertical y horizontal en el eje de coordenadas).
3.- ECONOMÍAS Y DESECONOMÍAS DE ESCALA
3.1.-Concepto
En el apartado anterior hemos considerado una concepción neoclásica de los costes. Sin embargo, la evidencia empírica arroja que existen otros mercados en donde la optimización sobre la dimensión óptima de la empresa lleva a otras situaciones; por ejemplo, en monopolio sólo se producirá si el productor maximiza su beneficio en donde el coste marginal iguala al ingreso marginal, o en competencia monopolística, solo se producirá cuando la política de diferenciación lo permita. En otro sentido, puede haber escenarios de información imperfecta o divisibilidad entre factores, por lo que el produce optimiza allí donde se optimiza el tamaño de planta y no sólo la minimización de costes totales.
En dichas situaciones, se produce una falta de eficiencia social que podría justificar actuaciones intervencionistas o actuaciones flexibles, por ejemplo, obligar a producir de forma eficiente, poner un precio igual al coste medio o trabajar con reserva de capacidad.
Como consecuencia, los costes medios a largo plazo no tendrían forma de U, sino que cambiarían a medida que aumentara el nivel de producción, es decir, en forma de L si descienden (denominado economía de escala) o bien en forma de L invertida si aumentan (denominado deseconomía de escala).
Dicho de otra forma, definimos economías de escala a la reducción en el coste medio a largo plazo a medida que aumentamos la producción, y si se diese lo contrario (aumentos en el coste medio a largo al aumentar la producción) diremos que se dan deseconomías de escala.
3.2. Causas de las economías de escala
Destacamos dos causas como más importantes:
a) La división y especialización del factor trabajo: El trabajador gana destreza en el desempeño de su trabajo, se eliminan tiempos muertos entre tareas al realizar un número menor de ellas, con lo que se reducen los costes medios.
No obstante, se suelen dar factores limitativos de esta ventaja, como la monotonía que experimenta el trabajador especializado que queda situado como un apéndice más de la máquina y que suele redundar en situaciones de fatiga y estrés.
b) El mejor aprovechamiento del factor capital gracias a tecnologías más avanzadas, que suelen registrar menores costes por unidad.
También existen actividades especialmente favorecedoras de la aparición de economías de escala:
- Actividades con costes fijos muy altos de partida (inversiones en capital físico, tecnologías intensivas en capital o gastos administrativos)
- Actividades con costes altos de adquisición de especialidades
3.3. Causas de las deseconomías de escala
La más importante es que exista un volumen de producción excesivo que limite la eficiencia en la dirección, control y coordinación de las grandes empresas, que genera deseconomías “de tipo administrativo” que anulan en parte las anteriores economías.
Por citar un ejemplo, a partir de cierta dimensión, aumentan considerablemente las reuniones de la dirección para conocer la evolución de las tareas diarias de la empresa, se ha de delegar en subordinados con capacidad de tomar decisiones, con todo ello se incrementa el gasto en papelería, telefonía y cualquier medio de comunicación como también los gastos por desplazamientos, con lo que todo ello redunda en un aumento de los costes por unidad producida.
También puede haber ciertas actividades que tengan una especial predisposición a generar deseconomías de escala:
- Salarios altos por la presión sindical
- Actividades con resultados difíciles de controlar
- Actividades con recursos, que, por escasos, impiden que la empresa crezca demasiado
- Empresas de servicios profesionales que pueden tener clientes y a la vez competidores entre sí
4.- RELACIÓN ENTRE CURVAS DE CORTO Y LARGO PLAZO: LA DIMENSIÓN ÓPTIMA.
4.1.- Relación entre curvas de corto y largo plazo
Una vez que sabemos qué tipo de costes de producción soporta la empresa y qué forma adquieren, volvemos al problema óptimo de costes para un entorno de competencia perfecta y cómo cambia en función de si es corto o a largo plazo, puesto que:
- A largo plazo, la empresa toma los costes a largo plazo y estima una demanda esperada a largo plazo, lo que le hace optimizar en base a una dimensión óptima de planta
- A corto plazo, la empresa toma los costes a corto plazo y busca optimizarlos técnica y económicamente.
Por lo tanto, la relación que existe entre ambos horizontes la marca precisamente conseguir la eficiencia técnica y económica de corto plazo y al mismo tiempo conseguir la dimensión óptima de largo plazo.
4.1- Diferencia entre el coste óptimo a corto plazo y a largo plazo
A corto plazo, es fundamental observar el coste variable medio, pues el productor se situará allí donde se minimice (X2 del gráfico). Como ya hemos observado, tiene una forma de U, dado que va disminuyendo inicialmente hasta su mínimo para luego crecer. Esta evolución que se debe de nuevo a la ya explicada Ley de Rendimientos Decrecientes.
Matemáticamente, el coste variable medio se puede medir como la pendiente del radio-vector que une el origen de coordenadas con el punto en cuestión a medir (como hemos representado en tramo discontinuo), tga= sena/cosa = 0CV/0x = CV/x , y donde se puede colegir la evolución de la pendiente del radio vector en forma de U expuesta.
Como en competencia perfecta, el productor es eficiente allí donde el precio se iguala al coste marginal, pero no en su mínimo (X1 en el gráfico), donde no sería eficiente, sino allí donde corte al mínimo del coste medio.
Los costes marginales también tienen forma de U aunque más acusada que la de los medios debido a que se refiere a variaciones infinitesimales o unitarias en términos discretos, y no a promedios como en el caso del coste variable y total medio, que por ello tienen movimientos más retardados y suavizados.
Explicado de forma lógica, entenderemos que una vez que el coste marginal de producir una unidad más supera a su coste total medio (o variable medio), es lógico que el promedio de todas ellas comience a aumentar. Mientras que en el tramo inmediatamente anterior al mínimo del coste total medio (o variable medio), aunque el coste marginal es creciente, todavía se sitúa por debajo del promedio que mide el coste total medio (o variable medio), por lo que es normal que el promedio siga descendiendo, aunque cada vez menos hasta el punto mínimo donde ambas coinciden.
A largo plazo, es fundamental observar el coste total medio, pues el productor se situará allí donde se minimice (X3 del gráfico).
Como hemos descrito anteriormente, el óptimo se observa allí donde la función de coste marginal corta en el mínimo a las funciones de coste medio total. Esto, gráficamente, es debido a que en estos puntos mínimos coincide la pendiente en el punto de la función de costes variable y total (que es el valor del coste marginal) y la pendiente del radio-vector que une el eje de coordenadas con el punto (que es el valor del coste variable medio y marginal).
Conviene mencionar que las variaciones del coste marginal a largo plazo son más suaves que las de coste marginal a corto debido a que a largo plazo los rendimientos decrecientes son menos importantes, pues se pueden incrementar tanto los factores fijos como variables al incrementar la producción.
4.2- Implicaciones sobre la dimensión óptima
Al replicar infinitas veces la situación descrita en el apartado anterior, nos damos cuenta de que el coste medio a largo plazo estará comprendido por los infinitos mínimos de cada coste medio a corto plazo, según las distintas escalas de producción, por lo que será gráficamente una “envolvente”.
En el gráfico inferior, lo podemos ver con un ejemplo. Si por ejemplo, partimos de la existencia de tres escalas predeterminadas (CMC1, CMC2 y CMC3) y escogemos cualquier volumen de producción hasta x1, el tamaño de planta escogido será CMC1 (justo en x1 habrá indiferencia entre esta planta y CMC2), desde x1 hasta x2, el tamaño de planta eficiente técnica y económicamente será la de CMC2 y a partir de ese volumen de producción se escogerá CMC3. Por lo tanto, obtendremos la función de CML como la envolvente de las curvas de CMCi, de tal forma que cuantas más escalas consideremos menor serán los puntos de coincidencia entre la función de largo y corto plazo; hasta que en el límite habrá infinitos puntos de tangencia.
Eso, sí, notamos que cada CMCi mayor, se sitúa a la derecha y debajo que la anterior debido a que al tener mayor dimensión estas plantas, operan con mayores cargas de estructura que sólo resultarán rentables, en términos unitarios, para volúmenes de producción mayores, hasta llegar a una dimensión óptima que será, precisamente, el mínimo de esa curva envolvente a largo plazo. Si la empresa sobrepasara dicho punto, cada tamaño de planta mayor se situará a la derecha pero arriba ahora, debido a dificultades en la coordinación y control de estas plantas (por ejemplo, las deseconomías administrativas citadas anteriormente).
Mantenerse en esa dimensión óptima, no es, sin embargo, sencillo, pues la empresa podría no decidir producir en ese punto a no ser que las condiciones de mercado y su demanda así se lo pidan, dado que, si estos marcan otra cosa, otros tamaños de planta serán más eficientes que la citada dimensión óptima.
Sólo habrá un mercado, el de la competencia perfecta, donde la inercia del mercado lleve de forma automática a largo plazo a producir en ese punto a todas las empresas que la conformen.
Sin embargo, al definir en el epígrafe anterior las economías de escala, ya dijimos que los costes podían no tener esa forma, y que podían existir otros mercados que cambiasen el óptimo, como puede ser el monopolio, por ejemplo, el monopolista puede producir en ella, pero sólo sí así se lo aconseja su demanda y su objetivo de máximo beneficio y siempre con beneficios extraordinarios.
5. CONCLUSIONES
En la presente exposición hemos dado un repaso a la Teoría de costes, analizando las propiedades de los mismos en función de los plazos y aplicándolo a conceptos tan importantes como puede ser el último de la dimensión óptima.
La comprensión del presente tema resulta esencial para la obtención de función de oferta en la Teoría del equilibrio, parcial y general, así como en aspectos de producción y costes estudiados dentro de la disciplina de la Economía de la Empresa.
6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Y DOCUMENTALES
- Microeconomía. Autor: M. Ahijado Quintillán. Ed. CERA. (Primera edición) Madrid 1994
- Teoría Microeconómica. Autor: C.E. Ferguson,; J.P. Gould. Ed. Fondo de Cultura Económica. (Segunda edición en español, octava reimpresión, de la cuarta edición en inglés) 1988
- Introducción a la economía positiva. Autor: Richard G. Lipsey. Ed. Vicens – Vives. (Novena edición) Barcelona 1974
- Economía. Autor: Paul A. Samuelson/ Wiliam D. Nordhaus. Ed. Mc Graw Hill. (decimotercera edición) Madrid 1992
- Economía: Teoría y política. Autor: Francisco Mochón. Ed. Mc Graw Hill. (segunda edición) Madrid 1992
- Principios de Economía. Autor: Gregory Mankiw. Ed. Paraninfo (quinta edición). Madrid 2009
OPOSICIONES DE TU INTERÉS
Síguenos en: