He aquí uno de los grandes enemigos de muchos estudiantes; los exámenes tipo test. Su estructura, claramente diferente a la de los exámenes convencionales, hace que para muchos estudiantes suponga un verdadero mal trago enfrentarse a ellos.
A lo largo del siguiente artículo trataremos de ofrecer algunos consejos acerca de cómo estudiar para un examen tipo test de universidad, oposición, secundaria o cualquier estudio que estéis realizando.
Diferencias entre un examen tipo Test y un Examen a Desarrollar
Un examen tipo test consiste en una pregunta formulada con (habitualmente) tres opciones de respuesta de entre las cuales sólo una es correcta.
Un examen a desarrollar es un examen escrito en el que el examinado ha de desarrollar acerca de un tema en cuestión.
Aunque ambos exámenes estén pensados para evaluar conocimientos y sean obviamente distintos en forma, también son distintos en la forma en la que evalúan el conocimiento.
Estas diferencias obligan a afrontar de forma distinta su estudio. Aquí podemos encontrar el primer consejo para estudiar un examen tipo test;
1 – Adapta la metodología de estudio al examen tipo test.
Como hemos comentado un examen tipo test es netamente diferente a un examen de desarrollar o a un examen oral. El examen tipo test requiere un conocimiento de la lección que atienda más al detalle o al dato concreto, susceptible de ser preguntado en el test, que al contexto que rodea el fenómeno estudiado, cuyo conocimiento sería más idóneo para explayarnos en una prueba de desarrollo.
Mas consejos que te pueden ayudar al realizar una prueba tipo test
Llegada la hora, estás sólo tú y el examen y realmente tan solo tus conocimientos pueden garantizar al 100% pasar la prueba. Sin embargo, hay algunos consejos que pueden ayudar a conseguir tus objetivos.
2 – Confía en tu intuición.
Muchas veces en un examen tipo test uno se ve tentado de cambiar las respuestas dadas antes de entregar el examen sólo para descubrir que la respuesta dada originalmente era la correcta y la nueva respuesta era equivocada. ¿Cuántas veces en las revisiones nos hemos encontrado con esta situación?
Si te ves tentado a cambiar una respuesta que te había parecido correcta a primera vista puede ser más producto de la inseguridad que porque realmente la respuesta merece ser modificada. Si tu estudio ha sido eficiente y has leído bien el enunciado no hace falta repasar las preguntas contestadas antes de entregar el examen.
3 – No mires atrás.
Dedica el tiempo necesario a cada pregunta y una vez contestada, no vuelvas para revisarla. No medio-contestes una pregunta sólo para ver si después puedes recontestarla. Marca sólo las respuestas de las que estés seguro y continúa.
Revisar las peguntas puede suponer fácilmente la mitad del tiempo asignado a completar el examen, dificultando ampliamente tus opciones.
4 – Lee bien las preguntas.
Comprender bien el enunciado y las opciones disponibles es fundamental para identificar rápidamente la respuesta que debes dar. No temas dedicar el tiempo necesario a la lectura comprensiva de las peguntas.
5 – Realiza una lectura preliminar.
Intenta identificar rápidamente qué preguntas te van a resultar más fáciles y que preguntas te van a resultar más difíciles para plantear en qué orden vas a rellenar el examen.
6 – Busca el fallo.
Si Tsun Zu hiciese exámenes tipo test, te diría que a veces los examinadores cometen errores que indican la respuesta correcta. Estos errores suelen ser de tipo lógico o gramatical y anuncian la respuesta correcta al examinado con buen ojo para estas cosas. Entrénate para identificar los errores más comunes a la hora de redactar un examen tipo test y úsalos en tu beneficio. Algunos tipos de fallo:
- La respuesta correcta es congruente gramaticalmente con el enunciado, pero las respuestas incorrectas no.
- La respuesta correcta es más extensa y está más elaborada que las respuestas incorrectas.
- Los examinadores tienen tendencia a colocar la respuesta correcta en la opción b) en formatos de tres respuestas.
- Las respuestas contienen referencias cruzadas (“Todas las anteriores”, “Ninguna de las anteriores”) que permiten inferir lógicamente cuál es la opción correcta.
Trucos para estudiar un test
Existen, por otra parte, varios preparativos que se pueden llevar a cabo a la hora de plantear un tipo test, a continuación describimos algunos:
7 – Realiza exámenes de prueba:
Trata de hacerte con modelos de exámenes de prueba, o de años pasados, o exámenes tipo test similares que te permitan reproducir las circunstancias del día del examen en un entorno seguro, familiarizarte con el tipo de preguntas, los temas que suelen entrar, la forma en la que se organizan o están planteadas las preguntas y otras cuestiones logísticas relativas al examen.
8 – Esquematiza
El examen tipo test se centra en conceptos. Desmenuza los conceptos en forma de esquemas y representaciones visuales lo más detalladas posibles de tal forma que seas capaz de navegar el concepto visualmente a la hora de estudiar.
9 – Compartimentaliza:
Reparte la información de forma que sea fácil de digerir, con relativo poco volumen de estudio por día, para favorecer el aprendizaje.
10 – Evita el literalismo:
Trata de practicar el aprendizaje activo, no memorices literalmente. Intenta comprender, aplicar la lógica y poner la inteligencia en el estudio. Reescribe los textos con tus propias palabras cuantas veces sea posible, tratando de darle amplitud semántica al texto.
Los errores mas típicos a evitar
11 – No temas dejar preguntas en blanco.
Si es un examen en el que los errores restan puntuación, es preferible adoptar una actitud conservadora y sólo responder aquellas preguntas de las que estes seguro que la respuesta es correcta para minimizar la penalización.
12 – Evalúa el riesgo:
No es lo mismo cuando una pregunta errónea invalida media pregunta acertada que cuando solo invalida un tercio. Asegúrate de calcular las penalizaciones y trata de establecer cuantos errores te puedes permitir.
13 – No sigas el orden de preguntas:
Es preferible que leas la lista de preguntas primero antes de contestar para determinar qué preguntas son mas fáciles y qué preguntas son más difíciles. Responde primero las preguntas fáciles antes de moverte a las difíciles.
Conclusión
Sabemos que estos consejos son difíciles de llevar a cabo. No esperamos que de la noche a la mañana vayas a ser capaz de ponerlos todos en práctica o que seas capaz de cambiar tus hábitos y los procesos a los que estás acostumbrado inmediatamente después de leer este artículo.
Implementar un cambio de hábitos es un esfuerzo consciente que se realiza poco a poco durante un largo periodo de tiempo donde no hay victoria pequeña y cada paso es un gran paso.
Empezar con pequeñas cosas que tengan grandes efectos sobre tu vida te llevará progresivamente a perseguir objetivos de cambio más ambiciosos, es importante por lo tanto mantener intacta la fuerza de voluntad y no desmotivarse ante los fracasos.