RESUMEN TEMA 17 del temario oficial de las oposiciones de la especialidad de Audición y Lenguaje.
Esquema:
1. Introducción
2. La intervención del maestro de audición y lenguaje con los alumnos y alumnas con deficiencia mental.
2.1. Consideraciones generales
2.2. La intervención en el área del lenguaje
3. Criterios para la elaboración de adaptaciones curriculares.
3.1. La respuesta educativa desde la atención a la diversidad
3.2. Adaptaciones curriculares
4. Conclusiones.
5. Referencias bibliográficas y documentales.
1. INTRODUCCIÓN
La deficiencia mental o discapacidad intelectual, también denominada trastorno del desarrollo intelectual, según la terminología del DSM-5 (Diagnostic and Satatistical Manual of Mental Disorders), publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría (A.P.A.) en el año 2013, se caracteriza por presentar déficits significativos en las capacidades intelectuales, que, a su vez, provocan importantes limitaciones en las funciones adaptativas, afectando a ámbitos del desarrollo tan sensibles como la capacidad lingüística y de comunicación, así como la capacidad para la interacción y la participación social.
Requiere para la evaluación y la intervención una perspectiva multidimensional, abarcando las distintas áreas, con la participación de los distintos especialistas. Entre éstos, debe figurar el maestro especialista en audición y lenguaje, ya que la comunicación y el lenguaje van a configurar una de las áreas básicas de toda intervención, variando cualitativa y significativamente según el grado de discapacidad intelectual que presente el alumno o alumna. Pero los avances que se den en esta área van a repercutir positivamente en el resto, especialmente en los aspectos cognitivos, de relación, interacción e integración social; de ahí la importancia de la intervención ldel maestro de audición y lenguaje, de forma coordinada con otros especialistas, y en coordinación con el equipo docente, psicopedagógico y con la familia.
La enorme variabilidad de características y necesidades que presentan los alumnos y alumnas con discapacidad intelectual, con diferentes etiologías, grado de afectación, recursos y posibilidad de reeducación, etc. explican la necesidad de planificar la respuesta educativa con cada uno de ellos de una forma individualizada. Y precisamente la respuesta educativa más adecuada para cada alumno/a con discapacidad intelectual va a planificarse y desarrollarse a partir de adaptaciones curriculares, que en la mayoría de los casos, al tratarse de necesidades educativas permanentes, van a requerir adaptaciones curriculares significativas, además de contemplar también la posibilidad de adaptaciones curriculares de acceso y adaptaciones curriculares no significativas, en determinadas áreas.
El tipo de escolarización también va a ser muy distinto en unos casos de otros, dependiendo, en gran medida, del grado de discapacidad intelectual, además de las posibilidades de colaboración de la familia. Así, la práctica totalidad de niños/as con discapacidad intelectual leve estarán escolarizados en centros ordinarios que sigan el programa de integración; una parte de los niños/as con discapacidad intelectual moderada estarán escolarizados en estos mismos centros, mientras que el resto lo estará en centros específicos de educación especial. En todos estos centros la intervención del maestro especialista en audición y lenguaje va a ser necesaria, diversificando enormemente la respuesta según la gran variabilidad de situaciones y necesidades que presentan estos alumnos y alumnas.
2. LA INTERVENCIÓN DEL MAESTRO DE AUDICIÓN Y LENGUAJE CON LOS ALUMNOS Y ALUMNAS CON DEFICIENCIA MENTAL
2.1. Consideraciones generales
Los alumnos y alumnas con discapacidad intelectual o trastorno del desarrollo intelectual (DSM-5) se incluirían dentro de lo que la Ley Órgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación; texto consolidado con las modificaciones introducidas en su artículo único por la Ley Órgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa, denomina “alumnado que presenta necesidades educativas especiales”
Las Administraciones educativas deben asegurar los recursos necesarios para que los alumnos y alumnas que requieran una atención educativa diferente a la ordinaria, por presentar necesidades educativas especiales.
Para determinar la discapacidad intelectual, el DSM-5 establece tres criterios:
1) Déficits en las funciones intelectuales
2) Déficits en las funciones adaptativas
3) Aparición de los déficits intelectuales y adaptativos durante el periodo del desarrollo.
2.2. La intervención en el área del lenguaje
La intervención logopédica debe comenzar por la evaluación, a través de la cual debemos determinar el nivel evolutivo del desarrollo del lenguaje, determinar el posible trastorno y/o retraso, describiendo sus características; y describir los recursos con los que contamos, tanto por parte del propio alumno/a como del entorno (escolar, familiar y social). La evaluación del nivel desarrollo del lenguaje debe comprender los siguientes aspectos:
- Análisis fonológico
- Análisis morfosintáctico
- Análisis semántico
- Nivel de comprensión y producción
- Pragmática (uso del lenguaje en los distintos contextos)
- Lenguaje y desarrollo cognitivo
Serón y Aguilar (2010) distinguen dos fases muy diferenciadas dentro de la intervención logopédica,
- Etapa prelingüística
- Etapa lingüística.
3. CRITERIOS PARA LA ELABORACIÓN DE ADAPTACIONES CURRICULARES.
3.1. La respuesta educativa desde la atención a la diversidad
Para atender adecuadamente al alumnado, incluidos los alumnos con necesidad específica de apoyo educativo, entre los que se encuentran los alumnos con necesidades educativas especiales, y dentro de éstos, encontramos los alumnos con discapacidad intelectual, cada centro educativo deberá realizar diversos cambios organizativos y metodológicos para posibilitar la optimización de la respuesta educativa, adecuándola a las características, necesidades e intereses de todos los alumnos del centro, todo ello dentro del ámbito de la atención a la diversidad.
3.2. Adaptaciones curriculres
Lo primero que debemos tener presente es que los alumnos y alumnas con discapacidad intelectual, al tratarse de un trastorno que afecta al desarrollo de ámbitos esenciales del desarrollo, como son las capacidades intelectuales y las capacidades de adaptación a las exigencias de la vida social experimentan, en la gran mayoría de los casos, necesidades educativas especiales de carácter permanente.
A la hora de elaborar una ACI (Adaptación Curricular Individual) es necesario tener en cuenta sus componentes fundamentales, tal como destacan Calvo y Martínez (1997):
- La evaluación psicopedagógica inicial
- La determinación de las necesidades educativas especiales.
- La propuesta curricular.
- Organización de los servicios y recursos educativos.
- Organización de la colaboración familiar.
4. CONCLUSIONES
La planificación de la intervención logopédica para los alumnos y alumnas con discapacidad intelectual debe partir de la correspondiente evaluación del área del lenguaje, formando parte de una evaluación más global, como es la evaluación psicopedagógica. En dicha evaluación se deben reflejar las necesidades educativas especiales de cada alumno/a, que lógicamente van a ser muy distintas en cada caso, principalmente si tenemos en cuenta la enorme diversidad del grado de afectación de la discapacidad intelectual que podemos encontrar, además de las diferencias referidas al momento del diagnóstico, las intervenciones y tratamientos anteriores, la evolución académica anterior, las actitudes y recursos de la familia, del centro educativo y del entorno, así como de los posibles trastornos asociados que se puedan presentar, entre otros aspectos más relevantes.
Pero tanto la evaluación psicopedagógica como la evaluación logopédica deben reflejar, además de las necesidades del alumno/a, las características, motivaciones e intereses del mismo. Y será precisamente a partir de los recursos y del nivel de competencia curricular desde donde debe elaborar el inicio de la intervención, con el fin de conseguir de forma progresiva y continua los objetivos que nos marquemos. En este sentido debemos mencionar que los alumnos/as con discapacidad intelectual requieren muy a menudo de refuerzos positivos (sobre todo elogios y reconocimientos), que les afiancen en sus logros y mejoren su autoestima. Para ello, el recurso que representan las técnicas de modificación de conducta (refuerzo positivo, moldeamiento, modelado, etc.) es algo que debemos tener siempre presente, pues, en general, dan muy buen resultado con estos alumnos y alumnas.
Los objetivos, contenidos, criterios de evaluación y metodología que vamos a desarrollar con cada alumno va a depender, en gran medida, de las necesidades específicas que presente en el área de lenguaje, que suelen ir incrementándose en intensidad y nivel básico según sea mayor el grado de discapacidad intelectual. Así, podemos plantearnos desde corregir dislalias en alumnos/as con discapacidad intelectual leve, hasta intentar instaurar un lenguaje alternativo en alumnos/as con discapacidad intelectual severa, y, en algunos casos, profunda.
El instrumento fundamental para la planificación de la respuesta educativa para cada alumno/a con discapacidad intelectual va a ser la adaptación curricular, que en el caso de estos niños y niñas va a ser, en la gran mayoría de los casos, una adaptación curricular significativa, pues va a afectar a los aspectos nucleares de las distintas áreas del currículo. Y el instrumento para su elaboración va a ser el documento individual de adaptaciones curriculares (D.I.A.C.), que cada alumno con necesidades educativas especiales debe tener, constituyendo la programación específica para cada alumno con estas características y necesidades. La planificación de la respuesta educativa referida a la intervención logopédica será un apartado más (en los casos que se estimara su conveniencia) de dicho D.I.A.C.
5. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Y DOCUMENTALES.
-Asociación Americana de Discapacidades Intelectuales y del Desarrollo (AAIDD) (2010). Discapacidad intelectual: Definición, clasificación y sistemas de apoyo (11ª edición). Madrid: Alianza Editorial.
– American Psychiatric Association (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders. Fifth Edition. DSM-5. Washington, D.C.: American Psychiatric Publishing.
– Asociación Americana de Psiquiatría (2018). DSM-5. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Quinta edición. Buenos Aires: Editorial Panamericana.
– Busto, C. (2007). Manual de logopedia escolar: Niños con alteraciones del lenguaje oral en educación infantil y primaria. Madrid: CEPE.
– Castejón, J.L. y Navas, L. (2008). Unas bases psicológicas de la educación especial. 4ª edición. Alicante: Universidad de Alicante.
– East, V. y Evans, L. (2010). Guía práctica de las necesidades educativas especiales. Madrid: Morata.
– Gallardo, J. R. y Gallego, J. L. (2003, 4ª ed.). Manual de logopedia escolar. Málaga: Ediciones Aljibe.
– Gallego, J. L. (2006). Enciclopedia temática de logopedia. Málaga: Aljibe.
– García Sánchez, J.N. (Coord.) (2009): Intervención psicopedagógica en los trastornos del desarrollo. Madrid: Pirámide.
– Gento, S. (2003). Educación especial. Madrid: Sanz y Torres.
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– Martín Espino, J.D. (2009). Logopedia escolar y clínica: Últimos avances en evaluación e intervención. Madrid: CEPE.
– Monroy, R. (2018). Manual práctico de logopedia. Por la importancia del logopeda. Madrid: Psylicom Ediciones.
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– Peña-Casanova, J. (2014). Manual de logopedia. Barcelona: Elsevier Masson.
– Peñafiel, F. y Fernández, J. (2008). Cómo intervenir en logopedia escolar. Resolución de casos prácticos. Madrid: Editorial CCS.
– Serón, J. M. y Aguilar, M. (2010). Psicopedagogía de la comunicación y el lenguaje. Madrid: EOS.
– Sos, A, y Sos, M.L. (2011). Logopedia práctica. Madrid: Wolters Kluwer España.
– Torres, J.A.; Colmenero, M.J. y Hernández, A. (Coord.) (2009). Audición y lenguaje, logopedia y apoyo a la integración. Jaén: Joxman Editores, S.L.